Da igual los kilómetros, el desnivel acumulado, los puertos y el trazado. Konny Looser y Fran Herrero parecen condenados a compartir cabeza de carrera, a ir rueda a rueda y a que todo quede en un sprint reducido entre ellos dos.
La etapa Škoda We Love Cycling superaba los 100 kilómetros y era una de las más montañosas de las últimas ediciones, pero todo se redujo a la clásica foto finish de las dos últimas ediciones, con un sprint cerrado entre los dos corredores que parecen más fuertes.
El desenlace, sin embargo, fue un poco diferente esta vez. Looser pudo arañarle un segundo en los últimos metros a Herrero. Un segundo que, de momento, se antoja clave y que permite a Looser vestir por primera vez el rojo de líder.
Los favoritos llegaron agrupados a la base del puerto que daba el pistoletazo de salida al Škoda Challenge.
Desde allí, comenzaron cada uno con su estrategia. Los dos protagonistas se marcaron de cerca y el que podría destacarse como la gran sorpresa de la edición, Pierre Billaud, decidió arrancar y no parar hasta la cima, que coronó en primer lugar.
En los últimos kilómetros, Roberto Bou, Herrero y Looser navegaron en el desierto y recortaron a Billaud. Los tres de cabeza llegaron juntos a meta, pero el primero en cruzarla fue el suizo, que ya viste ese rojo que tan bien conoce y que espera vestir hasta el final.
En la clasificación femenina, todo se reduce al Kosner - Saltoki Home. Vera Looser se mantiene como líder y su compañera de equipo, Tessa Kortekaas, se ha llevado la etapa de hoy.
A unos 200 metros de meta, la triatleta neerlandesa decidió atacar para no dejar opciones a que la victoria saliera de su equipo.
De esta forma, Kortekaas estrena su palmarés en la carrera, en la que es su primera participación en la Škoda Titan Desert Morocco.
La general tiene menos cambio, con una Vera Looser que es líder destacada sobre la propia Kortekaas y Marta Romeu, que entró muy pegada a las dos líderes hoy, pero que perdió siete minutos con la namibia en la etapa de ayer.
Primer sector de la etapa maratón, en la que los participantes no podrán contar con ayuda externa mecánica ni personal al finalizar la etapa. Esta es, además, la etapa reina de esta edición por su longitud y variedad de terreno.
El trazado comienza por un tramo revirado por las afueras de Nkob para entrar en un sector de montaña que acumula desnivel en pocos kilómetros.
La pista es poco transitada y pedregosa hasta alcanzar una pista en muy buen estado y que rumbo este nos llevará hacia el desierto.
En la parte intermedia, se bordea una gran población para volver a pistas típicas de la Titan. Un tramo de 10 kilómetros asfaltados llevará a la parte final que vuelve a ser algo más pedregosa antes de alcanzar el campamento con más ambiente de toda la carrera.
Una noche inolvidable de convivencia y autosuficiencia
Hablar de la Škoda Titan Desert Morocco es hablar de desafío, aventura, ciclismo de montaña y, por supuesto y de forma indisoluble, de su territorio: Marruecos.
Un país que vio nacer la carrera hace ya 17 años y que parece no agotar nunca sus recursos y sorpresas edición tras edición. En Marruecos nació Raja Chakir.
Su palmarés llama la atención. Con solo 18 años ha sido ya pódium en los campeonatos africanos sub-23 y es una de las grandes joyas del ciclismo del continente. También es, desde hace solo 24 horas, una de las dos primeras mujeres marroquíes en participar en la Škoda Titan Desert Morocco.
Ella y su compañera en el equipo de la Federación de Ciclismo, Chaima Elhamri, han hecho historia. “Llevo mucho tiempo viendo vídeos e imágenes de la carrera. Me han dado ganas de vivir esta experiencia” explica la jovencísima ciclista.
Una primera experiencia de la que únicamente busca “dar lo mejor” de sí misma, “conseguir un buen resultado” y, lo más importante, aunque es algo que ya haya conseguido solo con participar: “Hacer que el pueblo marroquí se sienta orgulloso”.
