Resumen de un Año Sobre la Bicicleta: Cuando el Camino Enseña Más que los Kilómetros


El año se cierra, y como cada diciembre, el ciclista vuelve a mirar atrás. No para lamentarse, sino para entender cuánto ha crecido.

No se hicieron todos los kilómetros soñados, ni se cumplieron cada una de esas metas que parecían inamovibles cuando empezó enero. Pero eso no importa tanto como parece. Porque este año no se mide solo por la distancia, sino por la determinación.

Este fue un año de lucha silenciosa.

De pedalear sin que nadie lo viera.

De vencer cuestas, cansancio, dudas y días en los que simplemente hubiese sido más fácil quedarse en casa.

Pero también fue un año de momentos luminosos: rutas que se sintieron perfectas, amaneceres que valieron más que cualquier récord, risas compartidas y silencios que solo la bici sabe entender.

Y, por encima de todo, fue un año en el que la chispa se mantuvo viva.


Esa chispa, tan tuya, que no se apaga aunque falten horas, kilómetros o fuerzas. La misma que te impulsa a seguir soñando con el próximo objetivo… y también la que te inspira a darte un pequeño capricho de vez en cuando. 


Porque sí, parte de la motivación está en esos detalles que te regalas: ese nuevo componente, esa pieza que hace que la bicicleta sea un poco más tuya, ese accesorio que te recuerda que seguirás rodando, mejorando, avanzando.


No es superficial. Es simbólico.


Cada mejora que haces en la bici también es una mejora que haces en ti.
Cada autoregalo es una forma de decirte: “Voy a seguir. Me lo merezco. Todavía queda mucho por pedalear.”

Tal vez este año no fue perfecto en cifras, pero sí fue auténtico. Construyó bases sólidas, templó tu carácter, fortaleció tus piernas y, sobre todo, reafirmó tu deseo de continuar creciendo como ciclista.


Porque lo verdaderamente importante no es lo que faltó, sino lo que sigue intacto:

Las ganas.
La ilusión.
La determinación.
La chispa.

El próximo año traerá nuevas rutas, nuevos retos, nuevas oportunidades para conquistar kilómetros que quedaron pendientes. 


Y tú llegarás preparado, con la bici afinada, el espíritu en alto y ese brillo inconfundible en los ojos de quien sabe que lo mejor todavía está por venir.


Que termine el año entonces, porque tú… tú apenas estás calentando.







No hay comentarios:

Comenta este articulo