UN HOMBRE Y UN DESTINO (por Nanotron)


UN HOMBRE Y UN DESTINO (por Nanotron foro mtb)

Como en la mítica película de Robert Redford y Paul Newman, la vida me ha enseñado que hay gente ineludiblemente ligada a su destino. Gente que por más que quiera, y por más que luche en contra, está condenada a seguir su senda hasta el final, sin salirse del guión

Bendita condena y bendito guión. Y bendito Ignacio.

No sé si llamarle "amigo". En realidad no he compartido con él más de 80 horas de bicicleta y unas pocas cervezas, y llamárselo podría haceros pensar que esto que escribo es intencionadamente parcial. Sin embargo, sé que al margen de mi opinión sobre él, todos estaremos de acuerdo en afirmar rotundamente que Ignacio es único.

Igual que en la mencionada película, en la que Redford y Newman interpretando a Butch Cassidy y a Sundance Kid atraviesan todo tipo de vicisitudes y están condenados a terminar sus días de bandoleros juntos y no de la manera que les hubiera gustado, en la vida real el amigo Ignacio parece destinado a sufrir (o quien sabe si disfrutar) todo tipo de trompazos. Y él lo sabe.

Destinado a caerse, una y otra vez. Y a demostrar con su constancia que no importa cuantas veces caigas, sino que lo importante es saber levantarse y seguir adelante.

Destinado a dejar su sangre sobre las piedras, pues no le vale con sorprendernos en cada salida con una nueva acrobacia, sino que le encanta decorar esas peripecias con nuevas heridas de guerra de las que presumir.

Destinado a demostrar que no importa si llevas una Decathlon o una Santa Cruz, sino que se es capaz de ir más rápido que ellas si vuelas por encima del manillar independientemente del pepino que conduzcas.

Y siempre trasmitiéndonos esas ganas de luchar, trasmitiéndonos ese espíritu de sacrificio, y esa necesidad de superar todas las adversidades. No pain, no gain.

Parece que Ignacio no pudiera permitir que su hijo Tato le viera caer. O mejor dicho, que aunque Tato le vea caer (una y otra vez), lo que no se perdonaría Ignacio sería que un dia tras caer, Tato no le viera apretar los dientes, levantarse y seguir adelante como si no hubiera pasado nada. ´¿Y qué hay de los demás, Ignacio, que al fin y al cabo también somos un poco hijos tuyos? ¿Y si un día te vemos caer pero no te vemos levantarte?

Pues te lo voy a decir, si llega el día en que te caes y no te puedes levantar, no pasará nada. Por que allí estaremos alguno de nosotros para darte la mano y ayudarte a ponerte en pie. Seguro. Es tu destino.

Nanotron (foromtb)